Semana complicada para el Madrid la que acaba de terminar. Y titulo el artículo como "se veía venir" porque así es, se veía de lejos. Estamos ya prácticamente en octubre y antes de comenzar esta última semana solo se había ganado con cierta solvencia a Athletic y Getafe en casa. Cada partido fuera (y alguno de casa) ha sido una odisea para este Madrid, que nos tenía acostumbrado a golear con facilidad. Es cierto que también estuvo por en medio una abultada victoria de Champions contra el Galatasaray pero es un resultado en parte engañoso, y el que lo dude que vea repetido el primer tiempo.
El partido contra el Elche (1-2) ha hecho correr ríos de tinta y de lágrimas (ilicitanas). No me voy a meter en la polémica arbitral, bastante se ha escrito ya. Lo único que voy a dejar caer es que si esto no pasa a favor del Madrid en el 94 no se hablaría nada sobre esto (ah, y Muñiz fue el mismo del Barcelona - Sevilla). Para mí lo importante de ese partido fue que no se jugó a nada. Posesión cercana al 60%, 0 profundidad, 0 ideas, muchos pelotazos, cuando se roba el balón no se contragolpea con la velocidad que ha caracterizado al equipo en los últimos años, cuando se pierde no hay una presión alta, a la contra somos un equipo MUY vulnerable... puedo entender que Ancelotti quiera cambiar cosas del estilo de la anterior etapa (aunque el equipo tenga más materia prima para jugar como antes que como pretende ahora) pero una ruptura radical y "desaprender" los conceptos ya asimilados, no parece la mejor idea. El resto de estadísticas del partido dan una idea de lo que fue... números parejos en tiros fuera y a puerta, en córners, incluso en intervenciones del portero (menos mal que Diego López está que se sale). Así fue que por poco se escapan puntos en el campo de uno de los recién ascendidos mientras Barcelona y Atlético van a 3 puntos por partido.
Lo peor de la polémica arbitral y de la victoria sobre la bocina, fue que el tema de conversación fue ese y el foco se desvió de lo realmente importante: el Madrid no genera fútbol. Y en esta crisis de identidad, sin saber a lo que se quiere jugar, sin estructura del equipo definida, sin ideas asimiladas, en definitiva, sin un bloque en condiciones, venía posiblemente el peor rival con el que se podía encontrar a día de hoy el Real Madrid en Liga: el Atlético. Sin duda creo que ahora mismo es peor rival para el Madrid el Atlético que le Barcelona, que si bien lo supera por mucho en calidad no lo veo como ese bloque rocoso que hay ahora en la ribera del Manzanares. Durante muchos años han sido 6 puntos casi seguros cada año, pero este Atleti ya no es el "pupas" de los últimos lustros. "El Cholo" Simeone ha creado un conjunto compacto, con líneas juntas, con mucho orden, en el que todos reman en el mismo sentido y con un contragolpe sobresaliente, coronado por ese diamante en proceso de pulido que es Diego Costa.
Aproximadamente a las nueve de la noche del pasado sábado se publicaron las alineaciones oficiales y me sorprendí un poco. Illarramendi titular. En el primer envite serio, juega el chaval que está recien llegado, que se ha pasado todo el verano cojo y que apenas lleva minutos oficiales, mientras deja a Modric en el banquillo, el mejor mediocampista del Madrid en las primeras semanas de temporada. Sabíamos todos que el Atleti iba a estar bien ordenado, atrás, entregando el balón al Madrid y que el equipo blanco iba a disfrutar de posesión y tendría que mover el balón pacientemente de lado a lado, entonces, ¿por qué dejar fuera al jugador que mejor hace eso? ¿por qué poner en su lugar a un tío con mucho menos rodaje precisamente cuando viene el primer miura? No acabo de entenderlo. Es cierto que es muy fácil hablar ahora tras el partido, pero esto aseguro que lo pensé antes.
En el minuto 10 ya había encontrado Costa la manera de romper la malla de Diego López. Era como un cuchillo para la defensa de mantequilla del Real Madrid (Pepe y Ramos no hace tanto eran la mejor pareja de centrales del mundo, estos deben de ser sus primos). A partir de ahí cada contra del Atleti hacía sudar a los 85.000 presentes y a muchos en nuestras casas pegados a la pantalla. El 0-1 pudo crecer en varias ocasiones.
Mientras tanto, el Madrid tocaba y tocaba, 65% de posesión. Tocaba a kilómetros de la portería de Courtois (qué portero tiene el Chelsea para al menos una década) y luego generalmente pelotazos. Sin velocidad a la hora de robar el balón y salir en tromba, sin ideas para romper las líneas colchoneras... la desesperación cundía en las filas madridistas, viéndose en varias ocasiones encontronazos entre los jugadores. Valga como dato que a pesar de la posesión local, hubo mismo número de intervenciones de los porteros y los córners fueron favorables al Atleti por 7 a 2 (por suerte ya no somos una tragadera por alto, en lo único que hemos mejorado desde hace unos meses).
Pasaban los minutos y cada vez era más difícil pensar en la remontada (incluso para los optimistas). Me hizo gracia un comentario en la televisión que en una salida, creo que de Bale, intentando regatear hasta al linier, dijo que el Madrid recurría ya al toque de corneta. No, el toque de corneta es otra cosa. El toque de corneta es cuando a base de empuje de todo el equipo se mete al equipo rival en su área y se bombardea su portería hasta que los goles caen. Cuando cada uno hace la guerra por su cuenta, es una chapuza. Y eso es lo que pasa cuando no hay ni bloque ni ideas, que es lo que se vio sobre el campo el sábado.
El momento cumbre del cabreo generalizado fue cuando Morata entró por Isco. El Bernabéu estaba calentito con Benzema (2 goles en 7 partidos de liga) y ya ha acogido a Isco entre sus ídolos y entendía que Morata debería entrar por el francés y no por el malagueño, por lo que la pitada fue de aúpa para Carletto. Debo decir en favor de Benzema, aunque no es santo de mi devoción, que a pesar de demostrar nuevamente ser un sin sangre, creo que esta vez tiene menos culpa que de costumbre de no haber olido bola en posiciones de ataque. Pero alguien debería pensar que si vamos a jugar a esto, quizá haga falta tener un perfil de 9 killer, tanque o como se le quiera llamar, para al menos poder colgarle balones.
Repasando el papel línea por línea en el derby... Diego López de los mejores y la defensa (especialmente el centro) para llorar, aunque creo que gran parte de la culpa es del (no) bloque. El mediocampo naufragó, ni Illarra ni Khedira tuvieron un buen día. Isco lo intentó pero estuvo perdido en la falta de ideas generalizada. Cristiano, Di María y Bale (que entró por el argentino) mal, sin espacio para correr, sin buenas llegadas a la frontal, aportaron poco y de Karim ya hablé anteriormente.
Habrá que ver ahora si Ancelotti intenta algún cambio en el esquema en los próximos partidos. Esta semana visita el Bernabéu el Copenhague para disputar la segunda jornada de Champions, en teoría partido sencillo aunque tal y como estamos y viendo lo que le hizo a la Juve, ya veremos. El fin de semana visita al campo del Levante, que no ha ganado todavía en casa, pero tampoco ha perdido, 3 partidos y 3 empates con un solo gol en contra. O mucho me equivoco o tendrá que sudar sangre el Madrid para marcar allí.
